Celebracion
-Hijo sé que hoy 25 de diciembre es un día muy especial… pero como están las cosas en este país, no tengo otro regalo que la comida que tu madre y yo sabemos te agrada: pescado, algunos granos, pan y miel… pero te puedo prometerte algo- dijo el hombre con la mirada encendida.
-Lucharé, haré todo lo posible, todo lo que esté a mi alcance, para darles un futuro mejor y tengo esperanza que así será -agregó convencido.
El niño acarició su rostro y mirando a su madre les dijo
-Si… ya lo sé… y son esos dos regalos los que guardaré para siempre en mi corazón: la fuerza para luchar y la esperanza con la que viven ambos. Es lo mejor que puede recibir un hijo- los tres se abrazaron
Y cuenta el Apócrifo de Jabal al-Tarif, que esa noche María, José y el Niño, compartieron juntos con serena alegría, la cena de cumpleaños.
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