PELIGRO
Era tarde, estaba oscuro y seguía esperando pacientemente en la puerta. Estaba dispuesto a hacerlo con cualquiera que intente pasar a llevarse algo. No le importaba si era un niño un joven o un viejo. Si era hombre o mujer. Por lo que le habían contado los vecinos podía ser cualquiera. Tenia el dedo apoyado en el “gatillo” dispuesto a usarlo. Consciente de lo que sucedia en ese barrio pobre y olvidado, se convirtió para él, en una obsesión. De pronto advirtió que un joven con tapabocas y las manos en el bolsillo se dirigía a la puerta. Se adelantó apurado, rápidamente cruzó su camino y le dijo: - ¡Muéstreme las dos manos! Y presionando el gatillo del spray, se las roció -Ahora puede pasar- agrego con una sonrisa, satisfecho de mantener el local inmunizado,
Excelente twittficción. En pocas palabras permite reflexionar acerca de como nuestras emociones (en este caso la ira) pueden "nublar" nuestro juicio a tal punto de poner en riesgo nuestra vida y la de otrxs. Resulta indispensable autoreflexionar sobre nuestras acciones y emociones para no exponernos a situaciones que sean irreversibles ("no advirtió las luces del camión")
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