Microficciones de Jorge Ortiz
LA LÁMPARA
No se sabe cuánto hay de cierto, pero quizá haya sido ese utensilio sin ningún valor que descubrió en la excavación de Alepo, que lo condujo al Arqueólogo Antoine Galland a creer que era el elemento adecuado para confirmar la hipótesis de darle valor extraordinario a lo ordinario
Tal vez Galland empecinado insistió en la empresa, porque al haber estudiado varias lenguas, se fortaleció su teoría sobre el poder de persuasión, conversión, encantamiento y manipulación que poseía la palabra escrita, capaz de enriquecer un objeto pequeño, nimio, desestimable, al punto de convertirlo prácticamente en algo invaluable y atemporal.
Posiblemente por ello decidió darle a la ruinosa lámpara encontrada en un pozo de Alepo (en una ubicación que a nadie importa) una entidad formidable y desafiar a todos a pensar cuales son las tres cosas más importantes que se podrían conseguir sin esfuerzo, convirtiendo un simple agregado de “Las Mil y una Noches” en la fabulosa, afortunada e inmortal historia de Aladino.
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